¿Cómo se vuelve a uno mismo? En primer lugar, es importante comprender que te has perdido y admitir que te has desviado del camino. ¿Cómo empezar a recomponerse? Este es el viaje que Gabrielle Shonk, cantante y compositora nominada a los premios JUNO, nos propone en su segundo álbum, Across The Room.
El disco, de once canciones, es una crónica de los grandes y pequeños sentimientos de dolor, y de la esperanza que acompaña a los finales y a los nuevos comienzos. La búsqueda de un sentido de plenitud ha sido fundamental en la trayectoria de Shonk en los cinco años transcurridos desde su álbum debut. Gabrielle recuerda haber sucumbido a una presión interna durante ese tiempo; un bloqueo creativo que la hizo no estar segura en absoluto de lo que quería decir.
Algunas canciones de Across The Room tienen varios años. Comenzaron como proyectos de composición escondidos en los ratos libres de los que disponía durante su apretada agenda.
Shonk y su frecuente colaborador y co-escritor Jessy Caron (Men I Trust) trabajaron juntos en este nuevo material. A lo largo de 2018 y 2019, Shonk llevó algunas canciones a Jesse Mac Cormack, a quien ella considera un «genio musical», incluso haciendo un poco de preproducción y escribiendo en el estudio.
Animada por la producción creativa durante este periodo, Shonk llevó estos temas a su antigua discográfica trasnacional. La respuesta fue tibia y le pidieron otro material. Su disposición creativa empezó a enfriarse y la devolvió a una senda de incertidumbre.
Durante la pandemia escondida en su apartamento de Quebec, su ciudad natal, redescubrió su amor por escuchar y hacer música, algo de lo que, según ella, había estado desconectada en la rutina de trabajar como músico profesional.
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